Me internaron sin saber por qué

Voy a empezar diciendo que yo entré en una institución mental sin saber por qué. Llegaron a mi casa, me cogieron dos enfermeros y me llevaron al hospital, como si fuera ganado. Aún hoy día no sé quién me ingresó. Ni me hablaron por mi nombre. Me aguanté, evaluando las consecuencias, y las ganas que tenía de

El Dolor de una Pérdida, Lágrimas de Madre

Voy a acercarme de puntillas a lo que es mi dolor. Una  pena  inmensa que tiñe mi corazón de negro, y que cuando menos lo espera aparece como una zarpa que desgarra y atenaza. Sí, esto es acercarse de puntillas, aunque zarpa, negro e inmenso parezcan ya  palabras fuertes. Cuando mi hijo falleció, me ofrecieron